miércoles, 8 de julio de 2009

YO NO VIVÍ

Tengo las manos atadas a su cintura
de rodillas me arrastra y levanta polvo con sus pies,
cae en mi rostro su sonrisa fatidica
y mis ojos van nublandose poco a poco,
la respiración es cada vez mas corta
las manos se me caen y adormecen
los ojos nublados deciden cerrarse
y ella piensa que ha encadenado al fin mi alma para poseerla.

Dentro de mi, recuerdo los colores que alguna vez vi
dentro de mi, tengo nostalgia de la niñez que perdi
las huellas del pasado se van ocultando
no puedo ver mas allá del oscuro lado de sus ojos desorbitados.

Las voces, los ojos piadosos, las suplicas... el mundo
es cada vez mas lejano todo
ya nada nos rodea,
¿No lo ves?, ya no somos los mismos de antes
y soledad se respira cuando el hombre se olvida del hombre,
ha cesado su sonrisa fatidica
ha cesado la inocencia que trae consigo la vida.

Caí lentamente, aún lo recuerdo,
mis rodillas se quebraron
se aseguró que no despertasé y entonces me desató...

jueves, 2 de julio de 2009

Respuesta a "Ahora ella no Piensa Así" por un Anonimo


"Es increíble que Dadá haya muerto, vaya, o al menos a mí eso
me resulta.
Bueno, vale, me lo creo porque me lo dices tú pero entoces qué
me dices entonces
de Dadá, Papá, Dios (olvídate de Niestzche) y de tu Madre?
qué contestas ahora?
Salchicha. Café. Otra cerveza y no por este orden,
como ya viene siendo habitual claro.
Quizás deberíamos empezar por ordenarnos tú y yo,
porque todas las letras son igulales
aunque no todas las personas son letras.

Dadá, Dios, qué me dices, muerto.
Lo siento. Hay que darle el pésame a alguien?
Queda alguien para dárselo? y cómo... en mano?
en letra? acudo a la misa o le mando unas flores?

Papá también. y Mamá dentro de poco y del disgusto
si es que ya no lo ha hecho. No sé.
Hace tiempo que no paso por casa.
Lo de verla es lo de menos, lo de tenerla siempre lo de más.
Siempre: ese silencio conmovedor y terrible.
Nunca: eso que no hay que decir por si sucede,
como los deseos en los cuentos o tocarte la lotería, algo así.
Yo siempre digo a veces y a veces digo nunca.

Dadá. Por Dios!!!
No sé si creerte. No salgo de mi asombro.
Y cómo fue? Podrías darme más detalles?
No es que me guste recrearme en la tristeza
pero me interesa el tema.

Y las palabras se las lleva el viento, también?
Anda ya, por ahí sí que no paso."

Ahora ella no piensa Asi




Dadá muere borracho entre las piernas de Poesía.
Estuvo bueno el cunnilingus.
-toda su
descendencia
se acordará de eso.

Me miraban los insectos, esperando que dijera algo y así no llorar frígidos en sus asientos.
Oh, cómo me miraban los insectos.
Y mi boca no soltó a los fantasmas, no libero a los perros. Pensé en el borracho
entre las piernas de mi Poesía. Me siento traicionado por ella, yo sí la quería.

Por fin digo tímido:
”Dadá muere borracho entre las piernas de Poesía.
Estuvo bueno el cunnilingus…”
Qué feo suenan las risas,
tan artificiales.
Qué feo suena toda palabra húmeda de voz.

Me di cuenta,
vi la luz de los ancestros.

La palabra es más hermosa sobre papel.
La palabra no es salvaje. No escapa por el aire como ardilla voladora.
Pues llegará al papel/árbol la ardilla/palabra, siempre llegará.

Me di cuenta,
vi la luz de mis ancestros:

La palabra me necesita.

“Dadá muere borracho entre la bragueta de B.
No estuvo buena la felación.
El alcohol adormece la lengua”.

Horrible oye, fantasía monchi.
Creo que nunca más volveré a imaginar
y al fin seré libre
respirando, comiendo, excrementando y durmiendo.

La vida me ha dado todo eso para ser feliz
y yo la he contradecido llenándome de escritores, de besos, alcohol.

Me di cuenta
demasiado tarde
justo en la puerta para entrar al otro lado,
¡cómo me gustaría hacerlo!
Ya no preguntaría “¿Dónde están las ninfómanas?”


Qué horrible habla mi imaginación.
Creo que nunca más volveré a fantasear
con fiestas romanas de vanguardia.

Comprensión,
mi mente es bilingüe.
El idioma de la piel. Los signos de la muerte.
Es complicado,
muy
complicado.

Y bueno, no soy libre,
ya no hablo con insectos
ni escribo sobre borrachos maricas.

Pero, qué placentero es estar en la cárcel
llamada Tierra.
Daría tu vida por quedarme aquí unos quince minutos más.
Daría mi vida por que tú también te quedaras,
hoy no quiero estar solo.

Dadá esta muerto, los punk’s
y los beatniks.
Estoy vivo, supongo,
por qué no habría de estarlo
me lavo los dientes,
me cuido del SIDA,
no voy a mirar las frías estrellas que rascan el infinito porque hace frío y los humanos que no admiran tales cosas podrían sacarme la bomba del pecho, cocinarla para la cena de navidad.
Supongo que estoy vivo.
Es una hipótesis.

¿Oyes la sonrisa atroz de las moscas?
Mis padres deben estar durmiendo pensando en corregirme
y no corregirse primero.
Mi madre me dijo “todos somos iguales” cuando yo párvulo.
Mi padre…bueno con él no hablo mucho.
Mi otro padre me dijo “Sólo una cerveza”,
ya van tres.
Deben estar durmiendo pensando en corregirme.

-¿Oyes la risa terrorífica de la soledad?
Ah, perdón
no sabía que dormías.
No te incomodes con mi suciedad verbal.
Tú, evoca sueños dorados de rutilancia solar,
te ves tan linda durmiendo entre mis brazos.

Dadá no concede entrevistas, esta muerto y enterrado
pero resulta personaje sutil para “poemas” (y poetas) desesperados.

Mi letra es espantosa,
pero dicen que escribo bonito.
¿A qué se refieren, entonces?
¿Al alma de las letras,
a su músculo imaginario?
Entonces las palabras son algo más que signos, saliva o tinta.
Son seres.
Tenemos un mismo espíritu conectado hasta el límite de la conexión.
Aunque yo tengo muchos significados, incluso más que la palabra “arco”
y no discrimino.
Las letras sí.
Café suena mucho más poético que salchicha.
Báculo es liviano; pene, un plomo.
Como mamá dijo:
”todos somos iguales”
Genial la frase suya.
Genial.
Tenía que ser mi madre.
¡Tenía que serlo!