domingo, 23 de agosto de 2009

LOCURA O MUERTE


Cristales que caen
sogas que atan sus manos
ojos desenpolvados y desorbitados,
la locura rasgando sus prendas
y sus cabellos enmarañados con el aire,
todo se precipita en lágrimas
de negro y blanco vio su vida pasar
hasta reposar incesante en tumuoltosos llantos.

Mañanas que no verá mas
ocasos que apreciará desde lejos
y ojos que se olvidarán.

El delirio de sus palabras que no será escuchadas,
el perdón de sus miradas que nadie perdonará,
la mano que estrechará mil veces para mil han de rechazar,
los colores que el verá pensando encontrar esperanza,
los niños que verá correr pasando por encima de él,
preguntando muchas cosas
que nadie escuchará,
así el meroderá.

Y entenderá que se fue lejos
que es forastero de esta realidad,
entenderá que debe marchar, buscando camino
buscando piedad,
pero no sabe que él en verdad encontró descanso
y que negó aceptar,
cada aliento que intente tomar
será un intranquilo despertar,
nunca entenderá, solo nos queda despedirlo de nuestra realidad.

OJOS DE TERROR


¿Por qué sus ojos lloran?
ha caido una gota de desesperanza en su corazón
cuando vió como los suyos caian a cada plomaso
que resonaba y estremecia el centro de su ser,
las manos se alzaban al cielo pidiendo compasión
de rodillas las llagas ardian y pesaba la desilusión,
las miradas frias, presionaban los gatillos
las botas firmes marchaban hacia los pasillos,
allí se encontraban mas los siguientes a ser ajusticiados reclamando perdón,
golpizas que no herían los cuerpos, vejaciones que dejaban intactos los imens,
eso fué lo que él vió
eso fué lo que a él lo marcó.

¡Un estallido de luces blancas! sus ojos encegueció
una imagen avisoraba
veia como su madre se desplomaba
sin escuchar los gritos que él desesperadamente lanzó.

Las manos atadas, la mirada perdida,
su realidad se encontraba unos disparos atrás,
su realidad la habian pisoteado unas botas que proclamaban libertad.

martes, 4 de agosto de 2009

LA RUBIA SUICIDA

Perforé sus ojos con insistente persuación, ella solo miraba atonita de frente hacia mi, estaba parada sobre una silla son una soga al cuello que pendía de una viga en la habitación (habitual escena suicida), por su mente pasaba la idea de dejarse caer, pero por la mia rondaba la idea de quererla salvar de ese fatal final, sus enormes ojos verdes no podían cerrarse de pronto, su cristalina mirada perdería su color esmeralda, traté de acercarme a ella, lo hice con la mansedumbre de un niño que intenta pedir algo y el miedo lo agolpa, es cierto, me consumia un miedo voraz, pensaba que de pronto todo se desboradaría y ella terinaría dejándose caer, fue un momento tenso y silencioso que abrubtamente sería violentado por un grito que ella lanzó:
- ¡No sigas!
Así detuvo mi avance, consiguiendolo inmediatamente, pues se mostró amenzante y decidida a terminar con su vida, en ese momento me vi encarnado en una suerte de figura épica, mientras ella se erigía amenazante y decidida un ventarrón agitaba sus cabellos dorados golpeando las ventanas agitando lo que encontraba a su paso, mientras tanto yo me encontraba debajo de ella contemplado esa escena viendo flamear la libertad de la rubia suicida inspirada en sus cabellos, ella se veia gloriosa, volvió su mirada hacia mi, vi como su rostro expresó una tristeza honda y fria, parecia la muerte venir en una suerte de vuelo kamikaze, un amasijo de ideas asaltaron mi mente, todas recreando a la muerte venir, fue una sensación que a mi cuerpo sometió en una canícula que inundó hasta lo mas profundo que hay en el ser, pero fue una redención y un estallido de alegría al ver su mano extenderse hacía mi con actitud piadosa y arrepentida, de ella sentí se desprendió una mirada pacificadora, me acerqué la abracé y desaté la soga, así de sencillo quería que todo pase muy rápido, sutilmente ella acercó sus labios hacia mis oidos, susurró
- Me usaste y lo sé.
Era cierto, días antes batallamos en una escaramuza e intercambio de secreciones, fue sin saber que para ella sería crucial aquel momento y no solo un encuentro placentero, pues para mí no significaba mas que la terminar por saciar un hambre voraz de pasarla bien.
La bajé de donde ella se encontraba, hubo la mas alegre satisfacción que en toda mi vida había experimentado y fue en ese pequeño instante de paz que ella con violencia y sin rastro de la sumisión que antes habia mostrado me empujó hacia la pared, y de ella se desprendio.
- Ahora yo te usaré pero no estaré cerca.
Sorpresivamente empezó a correr hacia una de las ventanas, recuerdo era un quinto piso sentado en el suelo de la habitación estupefacto vi como ella se lanzó, su cuerpo yacía muy abajo de donde yo estaba, un grotesco baño de sangre circundaba su cuerpo.
Tenía razón, su recuerdo me atormenta, me utiliza pues lo que con ella hice no lo puedo hacer con nadia, es lo que quería, me esta usando y no está cerca, la rubia suicida donde esta debe estar gozando sintiendose una titiritera.